Un fideicomiso en vida es una forma de administrar su propiedad. Usted obtiene todos los beneficios mientras está vivo, y su "fideicomisario sucesor" puede administrar su propiedad por usted si usted queda incapacitado. Si está debidamente financiado, un fideicomiso en vida también le permite pasar sus bienes a sus seres queridos (o a organizaciones de beneficencia) después de su muerte sin tener que recurrir a la sucesión testamentaria.
Un fideicomiso en vida se establece durante su vida. Ciertos bienes se transfieren al fideicomiso mientras usted aún vive. Después de su muerte, los bienes pueden ser transferidos a sus beneficiarios sin necesidad de sucesión testamentaria.
Recuerde, un fideicomiso en vida sólo cubre la propiedad puesta en él. Un "testamento de traspaso" (“pour-over”) siempre debe acompañar a un fideicomiso en vida. Un testamento de traspaso es un documento legal que asegura que sus bienes restantes se transfieran automáticamente a un fideicomiso que usted haya establecido. Si se invoca el testamento de traspaso, es posible que aún necesite una sucesión testamentaria.